Historia del Boom latinoamericano
El crecimiento de la literatura hispanoamericana se debe a dos hechos importantes: el modernismo y el Boom. El Boom fue un fenómeno editorial que surgió durante 1960 y 1970, en esta etapa histórica se centra una gran cantidad de autores y obras en Latinoamérica, por ello se le llama “Boom”; y significó una renovación en la forma de concebir y hacer literatura. Gracias al movimiento vanguardista que proliferaba por aquella época, varios escritores jóvenes de Latinoamérica comenzaron a experimentar con nuevas formas de escribir literatura, desafiando las convenciones establecidas de la literatura hispanoamericana (el regionalismo e indigenismo). Sus novelas comenzaron a distribuirse por todo el mundo y han trascendido hasta nuestros tiempos. Por ello, el boom aporta una gran tradición literaria en Latinoamérica; deja de lado la dependencia y modelos establecidos, determinando que el único modelo de escritura sea el de la imaginación y oficio de cada uno de sus autores.
<<El Boom no implica el seguimiento de alguna tradición, corriente o tendencia específica, sino que agrupa varias formas y estilos simultáneos. Se basa en la hibridación de técnicas y estilo>> En muchas de estas obras se puede observar la mezcla de lo real y lo fantástico.
Los escritores de este movimiento literario se caracterizaron por su hibridación de técnicas y temáticas que manejaban. Su singularidad se debe una profunda devoción por la palabra y el tratamiento del lenguaje. Sus obras plasman una extraordinaria intención expresiva sin ataduras y se alimentan de la reivindicación de libertad, individualidad y autenticidad de sus protagonistas. <<Los escritores que conformaron el "Boom" de la novela, casi todos con ideología de izquierda, lograron captar la atención mundial con su literatura que fusionaba la experimentación moderna con elementos propios de la vida y la cultura latinoamericanas. Muchos géneros literarios nuevos nacieron en esta etapa. La selva, el mito, la tradición oral, la presencia indígena y africana, la política turbulenta, la historia y la búsqueda de identidad se integraron en novelas emblemáticas cuyo lenguaje lograba captar muchas de las experiencias contradictorias de América Latina, y otras características innovadoras para el Primer Mundo. Lo que era habitual para los europeos y los norteamericanos aparecía descrito como algo mágico; mientras que lo mágico desde la mirada primermundista se describía como algo cotidiano>>