Mano Cruel
(Augusto Roa)
El sol despertó a Críspulo Gauto, el ruido de la multitud en movimiento, el replique de las campanas no le permitieron seguir con su profundo sueño. Enseguida se iba a dar cuenta que no había dormido por días sino por años.
Recordó que antes de dormirse había divisado una Iglesia, la catedral de Asunción. El hombre miraba extrañado alrededor, él pensaba que la gente sentía lo mismo al ver su condición. El hombre se levantó y se aproximó aún más al atrio. De repente los soldados que custodiaban la Iglesia se pusieron rígidos, una banda empezó a entonar una canción, dejando emocionado a Gauto.
Una fila de hombres importantes, desfilaban sobre la alfombra roja, en la cuarta fila vio a su antiguo amigo, entonces en su asombro lo llevó a tiempos atrás.
Se vio de muchacho encargado de la calesita. Por la noche cansado y hambriento todavía tenía que aceitar los bujes y dejar todo limpio para cerrar la carpa. Era cobrador. El dueño después que las cataratas no lo dejaron ver decidió contratar a alguien que lo ayude.
En ese tiempo llegó otro muchacho con una guitarra bajo el brazo que le propuso que trabajen juntos, él atendería la calesita y el muchacho tocaría la guitarra. Críspulo aceptó, el chico cantaba muy lindo y atraía a mucha gente.
Una tarde Gauto llevó al hijo del comerciante al arroyo. NI se le ocurrió que su socio estaría con la niñera del niño.
El otro muchacho llegó dos horas más tarde diciendo que el comerciante estaba buscando como loco a su hijo, Gauto enseguida quiso llevar al niño con su padre pero su socio no lo permitió. El moreno dijo “Están pidiendo dinero por el niño, ya mismo vas a la casa del comerciante a decirle que un desconocido tiene a su hijo y pide tanto para soltarlo.” Gauto aceptó.
El golpe fue todo un éxito, casi. El dinero llegó a manos de su socio pero a él lo encarcelaron por sospecha de rapto y extorsión. Cuando salió de prisión y volvió a Asunción después de un año se enteró que su socio era el dueño de la calesita, este lo recibió amablemente y le dio empleo. Así conoció al llamado ahora Mano Cruel.
Fue en un entierro cuando Gauto vio hacer algo increíble a Mano Cruel. Todos los presentes del velorio estaban faltándole el respeto al muerto, cuando de repente este empezó a hablar y echarlos de su casa, las personas aterrorizadas salieron corriendo menos Mano Cruel quien se quedó en su silla como si nada hubiera pasado. Cuando Gauto se armó de coraje y volvió a la casa, su socio le confesó que no era el muerto quien había hablando sino él, y que además de lo que había echo, le robó la dentadura y un anillos muy valioso.
Gracias a ese robo la calesita se convirtió en un circo ambulante, pero el ciclón que arrasó con Encarnación destrozo el lugar.
Pero Mano Cruel era invencible, consiguió que los gallos que consiguió se convirtieran en los mejores del pueblo, ganando así todas las peleas, menos una contra Críspulo quien demostró que los gallos de su socio no siempre eran los ganadores.
Después de los gallos, Mano Cruel se dedicó a la carrera de caballos, también tuvo mucho éxito, pero cometió un fraude que se descubrió, pero Gauto lo oculto.
Se encontraron en Iturbe. Después lo perdió de vista no sin antes realizar una última hazaña.
Mano Cruel quedó prendado con la esposa del comisario del pueblo. Entonces ideó un plan, en el que se hizo pasar por muerto tras supuestamente haberse ahogado en el arroyo, saliéndose como siempre con la suya
Luego de un tiempo, Gauto se enteró que Mano Cruel se había comprometido con su hermana. Tiempo después se enteró del nacimiento de su sobrino, y que lo estaban esperando para el casamiento.
Y allí estaba Mano Cruel en el centro de la cuarta fila. Ambos se vieron pero Mano hizo que no lo reconoció y siguió con su camino. De repente Gauto sintió que dos manos lo estiraban hacia atrás llevándolo a una casona ya conocida.
Fuente: http://highfashionparis.blogspot.mx
Recordó que antes de dormirse había divisado una Iglesia, la catedral de Asunción. El hombre miraba extrañado alrededor, él pensaba que la gente sentía lo mismo al ver su condición. El hombre se levantó y se aproximó aún más al atrio. De repente los soldados que custodiaban la Iglesia se pusieron rígidos, una banda empezó a entonar una canción, dejando emocionado a Gauto.
Una fila de hombres importantes, desfilaban sobre la alfombra roja, en la cuarta fila vio a su antiguo amigo, entonces en su asombro lo llevó a tiempos atrás.
Se vio de muchacho encargado de la calesita. Por la noche cansado y hambriento todavía tenía que aceitar los bujes y dejar todo limpio para cerrar la carpa. Era cobrador. El dueño después que las cataratas no lo dejaron ver decidió contratar a alguien que lo ayude.
En ese tiempo llegó otro muchacho con una guitarra bajo el brazo que le propuso que trabajen juntos, él atendería la calesita y el muchacho tocaría la guitarra. Críspulo aceptó, el chico cantaba muy lindo y atraía a mucha gente.
Una tarde Gauto llevó al hijo del comerciante al arroyo. NI se le ocurrió que su socio estaría con la niñera del niño.
El otro muchacho llegó dos horas más tarde diciendo que el comerciante estaba buscando como loco a su hijo, Gauto enseguida quiso llevar al niño con su padre pero su socio no lo permitió. El moreno dijo “Están pidiendo dinero por el niño, ya mismo vas a la casa del comerciante a decirle que un desconocido tiene a su hijo y pide tanto para soltarlo.” Gauto aceptó.
El golpe fue todo un éxito, casi. El dinero llegó a manos de su socio pero a él lo encarcelaron por sospecha de rapto y extorsión. Cuando salió de prisión y volvió a Asunción después de un año se enteró que su socio era el dueño de la calesita, este lo recibió amablemente y le dio empleo. Así conoció al llamado ahora Mano Cruel.
Fue en un entierro cuando Gauto vio hacer algo increíble a Mano Cruel. Todos los presentes del velorio estaban faltándole el respeto al muerto, cuando de repente este empezó a hablar y echarlos de su casa, las personas aterrorizadas salieron corriendo menos Mano Cruel quien se quedó en su silla como si nada hubiera pasado. Cuando Gauto se armó de coraje y volvió a la casa, su socio le confesó que no era el muerto quien había hablando sino él, y que además de lo que había echo, le robó la dentadura y un anillos muy valioso.
Gracias a ese robo la calesita se convirtió en un circo ambulante, pero el ciclón que arrasó con Encarnación destrozo el lugar.
Pero Mano Cruel era invencible, consiguió que los gallos que consiguió se convirtieran en los mejores del pueblo, ganando así todas las peleas, menos una contra Críspulo quien demostró que los gallos de su socio no siempre eran los ganadores.
Después de los gallos, Mano Cruel se dedicó a la carrera de caballos, también tuvo mucho éxito, pero cometió un fraude que se descubrió, pero Gauto lo oculto.
Se encontraron en Iturbe. Después lo perdió de vista no sin antes realizar una última hazaña.
Mano Cruel quedó prendado con la esposa del comisario del pueblo. Entonces ideó un plan, en el que se hizo pasar por muerto tras supuestamente haberse ahogado en el arroyo, saliéndose como siempre con la suya
Luego de un tiempo, Gauto se enteró que Mano Cruel se había comprometido con su hermana. Tiempo después se enteró del nacimiento de su sobrino, y que lo estaban esperando para el casamiento.
Y allí estaba Mano Cruel en el centro de la cuarta fila. Ambos se vieron pero Mano hizo que no lo reconoció y siguió con su camino. De repente Gauto sintió que dos manos lo estiraban hacia atrás llevándolo a una casona ya conocida.
Fuente: http://highfashionparis.blogspot.mx